
viernes, 23 de octubre de 2009
¡MEJOR, SEDUZCA A OTRA...!

jueves, 22 de octubre de 2009
NO ROMPAN LAS PELOTAS...

martes, 20 de octubre de 2009
TU MORAL ES AMORAL

En discursos vacíos borran su memoria y creen infantilmente que también lo hacen con la tuya. Cambian de bandos, de grupos, de equipos, de plataformas. Pisan donde más les conviene cuando les conviene. Cambian sus planteos una y otra vez, y hasta muchas veces se contradicen. Olvidan lo que dijeron antes y olvidarán lo que dirán después. Su palabra no vale aunque griten en altavoz frente a una multitud. Se peinan las peluquitas, se ajustan las corbatitas, se arreglan las camisitas, te hacen una sonrisita y de a poco te quitan tu platita .
Se bandean para un lado y para el otro. Se traicionan, se insultan, se injurian, se acusan. Con la misma desfachatez después te dicen lo que tenés que hacer. Te dicen con qué ley por la vida te tenés que mover.
Primero se quieren, después se odian. Primero se aunan y después se abandonan. De esos, abundan. No le dejan hacer a los que quieren hacer y dejan de hacer porque prefieren deshacer. En la crítica al otro se pierde la propia obra y en ese discurso marketinero se dispersa la mirada de miles de nosotros que esperamos una respuesta más segura, más certera, más decidida. Con la imperfección de los demás amparan su falta de perfección y su falta de acción. En definitiva usan la palabra para confundir y el vacío para herir.
Destruyen y concluyen que mejor es no perder, porque perder no los deja joder.
Y pasa el tiempo. Y el tiempo pasa. Y siguen ahí sentados, molestando, criticando, estorbando. Politicamente se relacionan, se mueven y así perduran. Pero nunca maduran. Pelean como chicos inutilmente y desarman el presente. No piensan en la gente, sólo quieren ser dirigentes.
¿Para qué? Para abusar de todos y de todo. Para tener poder y poder tejer redes perversas y siniestras que amparen y justifiquen sus actos corruptos y sus movimientos en supuestos papeles de defensores de nuestros derechos, de nuestros intereses.
Ellos no tienen la culpa de nada, sus manos lavan cada mañana. Y de esa manera limpian lo que no han hecho cuando lo han podido hacer, cuando han estado en el poder.
Y hoy aparecen ahí, del otro lado, peleando contra los que han querido hacer algo. En voz de mando, en discursos de machos. Tiran y tiran de la cuerda. Te aturden, te marean, te ofenden.
Te involucran con la excusa de que la masa ha perdido el rumbo y te incluyen en su discurso. Ponen palabras en tu boca y generalizan creyendo que uno ha perdido la cordura pensando que ellos pueden ser tu mejor ayuda, tu mejor ocpción.
Me molesta que crean que yo no recuerdo y que pienso como ellos. Me molesta que quieran borrar mi moral con el mismo jabón que lavan la suya.
MUCHA MUCHACHA

No tendremos los músculos de Arnold, ni la velocidad de Forrest, ni el poder de Sansón, pero sí la habilidad de saber combinar con sutileza las variedades de pensamientos. Alguna aportará la estrategia, otra la seducción, otra la experiencia, otra la razón y otra posiblemente aporte la lógica. Y si hay más, la combinación probablemente sea explosiva. La habilidad física a esta altura, es lo de menos.
Siempre la inteligencia opera por sobre un cuerpo entrenado y con resistencia. Y por sobre la fuerza bruta masculina. El poder, siempre está en otro lado.
El aquelarre puede ser espontáneo o planeado. El momento y el lugar, nunca importan. La reunión es la clave. El motivo no es el encuentro. El encuentro termina generando un motivo. Un mismo motivo de lucha, de búsqueda, de triunfo. Lo divertido del encuentro es encontrar un motivo, o sea, un objetivo. Un plan a seguir, un resultado a conseguir. Todo puede convertirse en un posible plan: una conquista, un ascenso, un crecimiento, una venganza, un negocio, una trampa. El ritual, la ceremonia de cómo llegar a ello es absolutamente mágico. Aparece, así de la nada. De repente. Sin aviso. Es como un flash, una visión.
Entre millones de palabras, exclamaciones, onomatopeyas, silencios -aunque pocos- surge la idea, la razón, el motivo del plan. Algo hay que resolver y ponerse en campaña para lograrlo. Varias carteras y especialistas en distintas áreas colaboran en pos de la excelencia. De la perfección.
Es la meta lo que activa las distintas cualidades y las pone en ejercicio. Es ese objeto de deseo lo que se pone en juego. La tormenta de ideas se encausa hacia un mismo lugar, hacia un mismo punto. Y es ese logro grupal lo que le da sabor al éxito. El resultado es de todas y no es de ninguna. Nadie se adjudica la satisfacción como propia, el goce es del equipo. Es el sentido de la unidad en su máxima expresión.
Es ahí donde desaparece el individualismo, el egocentrismo, la propiedad intelectual. El trabajo es de todas y todas tenemos la misma responsabilidad.
Cuando varias mujeres piensan como una sola, en el mejor sentido de la unidad, esa falta de fuerza física no nos desampara, y nos hace imbatibles e indestructibles. Y nada nos detiene. Por eso, cuando veas a muchas mujeres juntas lo aconsejable, es que les temas. Por más fuerza que tengas, por más músculos que poseas.
La unidad hace a la fuerza y las mujeres hacen de sus mentes una destreza. Probablemente te ganen la pelea.
viernes, 9 de octubre de 2009
EMBEBIDOS Y EMBOBADOS

CHICAS DE TAPA

miércoles, 7 de octubre de 2009
DESPECHADAS CON PECHOS

Mujeres celosas, abandonadas o cambiadas por otras como zapatillas viejas. Con los corazones destrozados, encabezan batallas desalmadas contra quienes hicieron de ellas, una vida de pesadilla. Hundidas en el dolor, se enfrentan a sus enemigos como únicas defensoras de sus sentimientos. Se ahogan en lágrimas y encarnan batallas interminables con tintes de odio y gajos de despecho.
Juran contar hasta lo incontable, publicar hasta lo impublicable y muchas veces, hasta quedar en el ridículo público por la causa. ¿Qué causa? La causa de ellas, esa que sólo ellas saben cuál es. Gritan, insultan, culpan, injurian, amenazan, se defienden sin penas ni glorias en fragor de la batalla. Alzan el mástil de la verdad y vomitan secretos inconfesos y detalles que a nadie le importan. Imágenes que nadie quiere reproducir en su cerebro. Imágenes que nadie quiere llevar en su recuerdo.
Detalles de lo privado se tornan públicos, cosas que pasan no en todas las familias, salen a la luz develando oscuridades y perversiones tan privadas como hasta prohibidas.
Ellas demandan, exigen, piden, reclaman, tantas cosas que se pierden en el objetivo. Y uno, pierde el sentido. No se entiende el incentivo.
Las mueve el dolor, las mueve la tristeza, las mueve la venganza.
Las mueve todo aquello que las haya desplazado de ese lugar tan privilegiado que alguna vez han alcanzado.
Algunas perdieron al padre de sus hijos, otras su joven amante perfecto y otras cuantas, hasta han perdido dinero.
Pero lo que realmente las motiva a convertirse en las malvadas de las películas es el despecho. Ese vacío aterrador que las pone a un costado de la vida de sus amados. Esa sensación de saber que ya no jugarán en ese partido, y que ya no serán las privilegiadas de esa situación que las hacía sentirse tan bien paradas.
La sensación de haberlo perdido todo de la noche a la mañana, y de haber salido más que lastimadas por un alma despiadada.
Son mujeres que no enloquecen de repente. Son mujeres que dan pistas, señales, marcan pautas. Si después te hierven el conejo, la culpa es tuya por no haber tenido la sensibilidad de descubrirlas a tiempo.
QUÉ MOMENTO!
